El virus puede atacar en cualquier etapa o parte productiva del cultivo. Las hojas jóvenes suelen ser las primeras en manifestar los síntomas donde comienzan a aparecer: decoloración, manchado, zonas verdes con arrugas y marchitamiento.
En cuanto al fruto también aparecen decoloraciones y el interior del tomate tiene un aspecto deshidratado lo que provoca el fin comercial de esos frutos.
Las tareas de desinfección y prevención serán parte fundamental para hacer frente al Virus del Rugoso. Llevar a cabo pautas preventivas con nuestro cultivo podrá ayudarnos a evitar el contagio o propagación del virus dentro de nuestra propia producción.
En este documento podrás resolver algunas de las dudas más frecuentes con respecto al Virus del Rugoso. Desde BASF queremos ofrecer respuesta a preguntas y dudas que surgen al rededor de este virus.